¡¡Dame el aguinaldo, carita de rosa….!!

La fiestas navideñas nos devuelven a la niñez, sobre todo a los que tenemos la suerte de tener hijos y revivirlas con ellos.

El día 24 de Diciembre era especial para mí en mi niñez, por que además de ser el día de Nochebuena y reunirnos con la familia, que ya era una fiesta, era el día en que mi primo, nuestros amigos y yo salíamos a «pedir el aguinaldo» por las casas del barrio. A golpe de pandereta, con nuestra mejor sonrisa y cantando villancicos tocábamos los timbres de nuestros vecinos, familiares y amigos para llevarles nuestros mejores deseos de felicidad y como no pues si nos regalaban unas pesetillas (lo del euro no nos pilló jejeje) o unas chuches pues nos poníamos más contentos que unas pascuas y al final de nuestra particular serenata navideña a repartir el aguinaldo entre nosotr@s a partes iguales (como no podía ser de otra manera).

Sabéis que yo soy defensora de las tradiciones de cada lugar, por que han marcado el carácter y la vida de las personas que allí viven y es bonito transmitirlas de padres a hijos reviviendo todos juntos esos momentos entrañables. Para mi pesar la tradición del aguinaldo, tan arraigada en mi infancia, casi ha desaparecido y han aterrizado personajes como Papá Noel que hace unos años era casi un desconocido para nosotros, pero como yo me resisto a que «pedir el aguinaldo» desaparezca, por lo menos en mi casa, inculcamos esta tradición a nuestro hijo y así lo hemos hecho: Ataviados de nuestra pandereta, almirez y botella de anís «marca la bellota» (no llevo comisión con ninguna marca jajaja) con cuchara incluida para que suene bien la botella, nos hemos presentado en casa de nuestros familiares cantando el aguinaldo. Antes de este momento nuestro peque se ha tenido que trabajar el aguinaldo que sus padres le tenían preparado, cantando en solitario y como no ha obtenido un aguinaldo «Queregalarte». ¡¡A ver que os parece!!:

bota-muneco-de-nieve

 

La idea de esta bota viene de la página hellofelt. Me gustó tanto la bota tal cual la vi en esta página: los colores, los dibujos, vamos todo, que me bajé los patrones gratuitos que comparten y me puse manos a la obra. ¡¡A Angel le encantó!! solo decir que estuvo pidiendo el aguinaldo con la bota todo el día y usándola para guardarlo. Lo pasamos genial, los papis y él y lo mejor de todo que lo hicimos juntos, en familia.

Espero que os haya gustado y responderme a una pregunta: ¿Vosotr@s también pedís o habéis pedido el aguinaldo alguna vez?. Compartid con nosotros vuestras anécdotas. A lo mejor en vuestra zona se llama de otra manera o se llama de otra manera.

Aprovechando esta entrada tan navideña, os deseo a tod@s unas muy felices fiestas y que en el 2017 se cumplan todas vuestras ilusiones. Gracias por estar ahí.

 

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